Apostamos por la agricultura familiar y extensiva: un medio rural vivo
En el contexto actual de crisis generada por la pandemia de la COVID-19, los agricultores y agricultoras familiares, sus organizaciones y cooperativas han respondido con gran esfuerzo a los retos que se han presentado para el primer sector (problemas de logística y distribución, de acceso a mercados -con ferias cerradas en algunos casos y especialmente el canal HORECA-, precios, etc), sin que se haya producido en ningún caso un desabastecimiento. De hecho, siguen enfrentando situaciones de enorme complejidad y crisis, especialmente en algunos subsectores.
En un manifiesto acordado con los sindicatos ganaderos, se exponen las premisas por las que debe regirse la CAV (calidad, trazabilidad del producto, cuidado del medio ambiente y bienestar animal), y aseguran un compromiso en aras a superar los déficit estructurales para que la producción ganadera de Euskadi se dirija al mercado interno. Se debe mostrar que la producción de alimentos de calidad y el consumo local contribuyen al “enfriamiento global”.
Desde EKA/ACUV rechazamos por completo las macrogranjas, tratándose de explotaciones intensivas donde se crían miles de animales en muy malas condiciones -acinados y con piensos industriales-; defenderemos siempre el formato extensivo, con animales criados en libertad y en amplios terrenos, alimentados en buena parte de pastos y piensos basados en cereales y legúmbres autóctonas, que favorece el mantenimiento del ecosistema y contribuye a una obtención de los productos mucho más saludables, Km0 y ecológicos.
Producto local, producto de calidad, producto saludable. Compra local, compra agricultura familiar.