Según la encuesta sobre hábitos de uso y seguridad de internet de menores y jóvenes del Ministerio del Interior en España, el 62% de las familias no utiliza ninguna herramienta de control parental en móviles y otros dispositivos conectados. En un momento en el que se conocen muy bien cuáles son los riesgos asociados al uso de las tecnologías, el objetivo no puede ser otro que reducir considerablemente ese porcentaje mediante la concienciación y la comunicación con nuestros hijos/as.

En el blog ‘Educación conectada’, resaltan que “estas herramientas de las que hablamos “no son válidas por sí solas. Es necesario que, en paralelo, se eduque en el uso útil, seguro e inteligente de la red”. Es evidente que hay contenidos y ofertas no compatibles con todas las edades. Es importante explicar a quienes se inician en la navegación la razón por la que no deben acceder a ellos con información eficaz acerca de amenazas como:

-problemas con la privacidad,

-la adicción a las redes sociales,

-el ciberbullying,

-el contacto con desconocidos potencialmente peligrosos.

En caso de optar por una herramienta de control parental, es importante explicarles que la tienen instalada y que eso dará seguridad a ambas partes, familiares y menores.

Es fácil acceder a mucha información, –en ocasiones de dudosa calidad-, de forma libre y gratuita, o a páginas y servicios de escasa ética y moral. Además, mayoritariamente no hace falta identificarse, lo que aumenta la sensación de “falsa” autonomía y libertad.

Cuidado, porque restringir o bloquear excesivamente determinadas aplicaciones puede resultar contraproducente. Sin embargo, es importante saber valorar los casos en los que se sospeche que el/la menor está siendo víctima de un delito, ya que el deber de tutela prevalece sobre el derecho a la intimidad.

Las estrategias de control pretenden proteger a las personas más vulnerables en una etapa sensible como la adolescencia, alejándoles de la delincuencia, el abuso de drogas, la agresividad, el acoso y la violencia de género, entre otros factores. Así, desde EKA/ACUV creemos imprescindible aclarar las reglas, pactar las normas de uso y dirigir los comportamientos a partir de un conocimiento. Y muy conveniente además, compartir esa experiencia con nuestro entorno.