Nuestra Socia de Vitoria-Gasteiz, compra en el año 2019 un vehículo de segunda mano en la empresa MANSORY CARS S.L. de Galdakao, por el que paga 2.290€.

El mismo día que recoge el coche, de camino a casa, llevando una hora apróximadamente circulando con él, le marca una avería por lo que tiene que detener el vehículo inmediamente.

Llama al vendedor y este le indica que se lo vuelva a llevar a Galdakao para revisarlo y arreglarlo.

10 días después le llaman para recoger el vehículo reparado.

Pocos días después vuelve a fallar, por lo que nuestra socia llama a la empresa pero esta vez solicita que se le reembolse el dinero, ya que es un fallo importante y duda de la capacidad para solventar el problema.

A partir de aquí comienza un peregrinaje con el responsable de la empresa de varias semanas, debido a que siempre que se pone en contacto con él, la respuesta es siempre la misma: “que esa misma semana se lo va a devolver”.

La reclamante se pone en contacto con la OMIC (Oficina Municipal de Información al Consumidor) y dada la complejidad del tema, es deribada a las Asociaciones de Personas Consumidoras.

Es entonces cuando opta por nuestros servicios y después varias reclamaciones y de mucho insistir, se ha procedido a la firma del pertinente documento resolviendo el contrato con la devolución del importe integro de 2.290€ .