PRECAUCIONES BÁSICAS Y OBLIGADAS AL TOMAR RAYOS UVA
Las personas que toman rayos UVA tienen un 74% más de probabilidad de desarrollar un melanoma.
Antes de la primera sesión de rayos UVA el cliente debe leer y firmar un ‘consentimiento informado’, igual que ocurre en las operaciones quirúrgicas.
- Antes de someterse a los rayos UVA, consultar al médico o al farmacéutico si se está tomando algún medicamento que pudiera estar contraindicado.
- Antes de la sesión, limpiar bien la piel; retirar cremas, maquillaje, cosméticos…
- Retirar también joyas, lentillas, objetos metálicos (anillos, piercings…).
- Usar gafas de protección especiales y homologadas. Las gafas de sol corrientes no protegen contra las radiaciones ultravioleta, que pueden provocar inflamación de la cornea y cataratas.
- Asegurarse de que las máquinas estén cubiertas con una capa de plástico u otro material que se retira cada vez que la utiliza un nuevo cliente.
- No exponer los genitales a los rayos UVA.
- Seguir las recomendaciones sobre duración, intensidad y distancia a la lámpara de rayos UVA. En las primeras sesiones, no más de 4 minutos. En general, nunca más de 7-8 minutos.
- Hidratar la piel después de la sesión.
- Consultar al médico si después de tomar rayos UVA aparecen en la piel ampollas, heridas o enrojecimiento.
- No tomar el sol y los rayos UVA el mismo día.
- Dejar pasar 48 horas entre sesiones, especialmente entre las dos primeras.
- No tomar rayos UVA más de dos meses seguidos, y no pasar de entre 20 y 30 sesiones al año.
- Algunos dermatólogos recomiendan no superar nunca (en toda la vida, se entiende) las 100 sesiones de rayos UVA.
Todavía se detectan infracciones graves
El grado de profesionalidad y de cumplimiento de las normas por parte de los centros de rayos UVA ha ido mejorando notablemente en los últimos años, especialmente a raíz de la entrada en vigor, en 2003, del Real Decreto que regula la administración de las radiaciones ultravioleta para el bronceado humano. Eso no obsta para que todavía en algunos establecimientos se detecten infracciones importantes, como por ejemplo las siguientes:
- Ausencia de información obligatoria (la prohibición de tomar rayos UVA para los menores de 18 años, por ejemplo).
- Incorrecciones graves en la comprobación del fototipo de piel del cliente.
- Exhibición de carteles con “beneficios” de los rayos UVA para la salud.
- No preguntar al cliente por antecedentes familiares de cáncer de piel.
- Permitir entrar a las cabinas sin protección para los ojos.
- Permitir utilizar cremas aceleradoras del bronceado.
- Permitir dos sesiones seguidas de rayos UVA.
- No tener ni ofrecer pañuelos o toallitas desmaquillantes ni tampoco papel, plástico o esterilla desechable que impida el contacto del cuerpo con la máquina bronceadora.
- No informar sobre lo peligroso de tomar el sol y los rayos UVA el mismo día.
- No tener expuestos los precios de las sesiones.
- Carecer de los diplomas o acreditaciones pertinentes (los conceden las administraciones autonómicas, responsables de los cursos de capacitación) para manejar las máquinas de rayos UVA.