El análisis concluye que usar energías renovables en electrodomésticos retrasaría la necesidad de cambio por razones ambientales hasta cumplir casi 30 años. Un dato que duplicaría la durabilidad de los mismos, situada hoy día en una media de 12 años, destacando los frigoríficos como los más perdurables.

El elevado consumo de energía en la sociedad nos plantea que deben emplearse soluciones inmediatas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, producido por el consumo de electricidad durante su uso. Incluso, según revela el análisis, el plan Renove que favorece la economía circular sustituyendo aparatos viejos por nuevos y más eficientes energéticamente seguiría siendo insuficiente.

Con la intención de proporcionar directrices valiosas hacia la disminución de los impactos, el grupo de investigación ha valorado fundamentalmente cuatro elementos:

-La eficiencia de los materiales,

-El material reciclado,

-La electricidad renovable, y

-El consumo responsable.

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En concreto, pueden lograrse reducciones de las emisiones de CO_2 de hasta un 68% en un microondas, un 76% en un lavavajillas y algo más del 60% en una lavadora. Mejoras dadas a partir de poner en marcha fuentes energéticas renovables durante la fase de uso y una reducción del consumo del 10% APLICANDO LA RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL. En este sentido, el aumento de años de los aparatos antes de ser sustituidos se vería reflejado en 30 años para los microondas, 26 en los lavavajillas y 34 en una lavadora “clase A”.

Desde EKA/ACUV consideramos que es imprescindible tomar medidas urgentes en el asunto. La amenaza de situarse en un punto de no retorno es alarmante.

Confiamos en que estos datos ayuden a fabricantes, responsables políticos y ciudadanía a promover modelos de producción y consumo ambientalmente sostenibles.