2035: FECHA FIN PARA LA VENTA DE COCHES DIÉSEL Y GASOLINA

Con el objetivo de frenar las emisiones de gases de efecto invernadero provenientes del transporte, la Comisión de Medio Ambiente de la Unión Europea prohibirá la venta de coches diésel, gasolina e híbridos enchufables.

La medida entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2035, si bien podrán seguir circulando hasta 2050. La meta es alcanzar la neutralidad del carbono, para lo cual se ha acelerado la transición energética en base a la fijación de unos plazos. Así, en 12 años no se permitirá la venta de turismos y furgonetas de combustión interna. Además, para 2030, se restringirán las medidas de reducción de emisiones: 55% para los coches y 50% en el caso de las furgonetas.

La emisión de gases derivadas del transporte por carretera han aumentado un 30%, lo que representa una quinta parte de todas las emisiones de la Unión, y este incremento ha llevado a las autoridades a reducir con más premura las emisiones de la industria del automóvil y el resto del tráfico.

El acuerdo adoptado obliga al diseño de un sistema para el seguimiento real de las emisiones durante la vida útil de los automóviles. El mecanismo deberá estar habilitado para el 2025 y será entonces cuando Bruselas tendrá que realizar un informe bianual para evaluar los avances y el impacto de la reforma en las personas consumidoras.

¿Podremos asumir los costes?

Desde la asociación pensamos que, al igual que es un paso fundamental que va a contribuir de manera muy positiva con el medio ambiente, deben preverse ayudas públicas para la compra, contemplarse todo tipo de medidas que favorezcan la electrificación y considerarse los combustibles neutros en Co2, más asequibles de precio.

Alternativas a los combustibles fósiles

Poner fin a la dependencia del planeta de los combustibles fósiles es vital para frenar la crisis climática. Es relevante subrayar que los fabricantes están cada día más integrados en el modelo de negocio del futuro próximo, algo a lo que llevan adaptándose ya un tiempo tras la alta demanda de coches eléctricos y los ofrecidos por el servicio de renting que incluyen la automoción con estas tecnologías.

El crecimiento en el uso de la electricidad como fuente de energía resulta también altamente eficiente para el transporte. En España se dispone de una extensa red eléctrica y la cantidad de puntos de recarga vienen en aumento.

El hidrógeno, el GNP (Gas Licuado del Petróleo) y el GNC (Gas Natural Comprimido) son las fuentes de alimentación que se han posicionado entre los primeros lugares como fuentes de alimentación sustitutivas. Veamos el funcionamiento y características de cada una:

Hidrógeno

El hidrógeno designa tanto al elemento químico como a la molécula. Esta es la más simple y pequeña, y está compuesta por dos átomos de hidrógeno. La tecnología ha hecho posible que esta molécula sea usada en células de combustible para generar electricidad o calor, así como para ser quemada en motores de combustión interna.

De esta forma, los coches de tracción mecánica funcionan con un motor alimentado con un combustible que contiene hidrógeno, combinado con oxígeno y otras sustancias. Las baterías se integran con células de combustible, alimentando un motor eléctrico que se encarga de la tracción.

La utilización del hidrógeno para combustión brinda la ventaja de generar cero emisiones de gases contaminantes. Sin embargo, tiene la desventaja de que exige gran cantidad de energía para producirlo porque no se encuentra libre de forma natural.

La limitación actual de este combustible alternativo es el alto coste de la producción de vehículos de hidrógeno y la necesidad de crear una red de infraestructuras de abastecimiento.

GLP (Gas Licuado del Petróleo)

Se trata de la mezcla de los gases propano y butano derivados del proceso de refinación del petróleo, que son licuados para facilitar su transporte y uso en la automoción.

Los avances de la tecnología automotriz están orientados a diseñar coches que empleen estos combustibles alternativos en sustitución de los motores de combustión interna convencionales. También denominado autogás, es sometido a presión y pasa de estado gaseoso a líquido, disminuyendo su volumen. Emite menos partículas y el coste de producción resulta económico.

GNC (Gas Natural Comprimido)

Esta fuente proviene mayoritariamente del mismo gas natural utilizado en cocinas o calefacciones -un 66%- según informa el blog coches.com, derivándose el porcentaje restante del petróleo. Debido a su alta cantidad de hidrógeno produce menos dióxido de carbono, siendo eficiente para el medio ambiente. Los especialistas también indican que los motores que funcionan con este tipo de energía son más duraderos, puesto que no necesitan tantas revoluciones y presentan menos bibraciones y contaminación acústica. En este sentido, los vehículos GNC son más seguros que los convencionales porque el gas natural comprimido tiene menos posibilidades de inflamación y detonación.

Lo interesante es que con las tres opciones citadas las emisiones se acortan considerablemente, el precio se reduce casi a la mitad en comparación con la gasolina o el diésel y las mecánicas sufren menos desgaste.

El Observatorio de Sostenibilidad en España indica que si no descarbonizamos todos los sectores de nuestra economía en las próximas décadas, es probable que las temperaturas aumenten por encima de los 2 grados, con consecuencias devastadoras.

En EKA/ACUV valoramos de manera positiva cualquier vía realista encaminada a la descarbonización de la industria. Progresar a estos niveles en el sector del automóvil es muy representativo para mejorar el impacto atmosférico negativo y lograr un aire limpio y de mayor calidad. De igual modo, como sociedad, es conveniente ser rigurosos respecto a los medios que usamos en cada desplazamiento.

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