Los alimentos envasados deben mostrar en su etiqueta, de manera obligatoria, la información nutricional, es decir, su valor calórico y las cantidades presentes de determinados componentes, entre ellos, los azúcares. Este deber, regulado por la normativa europea, te permite comprar con conocimiento de causa y se enmarca, como una acción más, dentro de las políticas de salud pública. Pero ¿realmente miras cuánto azúcar tiene un producto cuando lo metes en el carro de la compra? Y, si lo haces, ¿te has parado a pensar qué desvelan esas cantidades?

Noticia publicada por Kontsumobide el 11-05-2017.

La página web SinAzúcar.org te ofrece unas pautas para que reflexiones sobre qué se esconde detrás de esos gramos de azúcar. El proyecto muestra fotografías de alimentos tomadas junto al número de terrones —cada uno de 4 gramos— equivalentes en peso a la cantidad declarada en su etiquetado. Las imágenes resultan impactantes, ya que permiten ser consciente de las ingentes cantidades presentes en los alimentos menos esperados, como salsas de tomate, costillas a la barbacoa, sushi, pizzas o palitos de cangrejo.

El proyecto toma, como punto de partida, la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la ingesta diaria de los denominados azúcares libres. Este concepto incluye tanto los añadidos por las y los fabricantes, cocineros o consumidores como aquellos presentes de forma naturalen la miel, los jarabes y los jugos de fruta. Excluye, sin embargo, los intrínsecos, propios de las frutas y las verduras enteras frescas.

La OMS considera que el consumo de azúcares libres debería ser, en todo caso, inferior al 10% de las calorías diarias ingeridas. Además, una reducción por debajo del 5% permitiría obtener beneficios adicionales para la salud, como un menor peso corporal o menos probabilidades de sufrir obesidad. SinAzúcar.org parte de esa premisa y de un supuesto: si un hombre adulto consume 2.000 calorías diarias, debería reducir a menos de 25 gramos el consumo de esos azúcares, lo que equivale, aproximadamente, a unos seis terrones de 4 gramos.

Sin embargo, las imágenes muestran cómo cualquier persona consumidora puede superar, sin sospecharlo, ese límite diario. Si quieres evitarlo, lee el etiquetado de los productos para saber, de antemano, cuántos de gramos de azúcar añades a tu cesta de la compra.