Dejando el verano ya atrás y con la llegada poco a poco del frío, el gasto en electricidad aumenta en muchos hogares. Y con ello, también las dudas: ¿qué significa cada concepto de la factura?, ¿a quién debo reclamar si algo no cuadra?, ¿qué pasa si me cobran de más o si no puedo pagar a tiempo?
En EKA/ACUV queremos ayudarte a entender mejor tu factura y recordarte los derechos que te amparan como persona consumidora.
¿Quién es quién en tu contrato de electricidad?
Lo primero que hay que tener claro es que en tu factura conviven dos figuras diferentes:
- La comercializadora: es la empresa con la que contratas la tarifa y que te envía la factura.
- La distribuidora: es la propietaria de la red eléctrica de tu zona y quien se encarga de llevar la electricidad a tu casa y de leer el contador.
Esta diferencia es clave, porque no siempre se reclama al mismo actor: si la cuestión es sobre la tarifa o un cobro adicional, hablamos con la comercializadora; si el problema es con la lectura del contador o una avería, entra en juego la distribuidora.
¿Cómo leer tu factura de luz?
La factura de electricidad puede parecer complicada, pero se resume en cuatro grandes bloques:
1- Energía consumida: lo que pagas por los kilovatios que has usado.
2- Potencia contratada: un coste fijo que depende de los kilovatios que tengas contratados.
3- Peajes y cargos regulados: costes establecidos por normativa que todas las compañías deben incluir.
4- Impuestos: como el IVA o el impuesto eléctrico.
Un detalle importante y a tener muy en cuenta: a veces aparecen ajustes por lecturas estimadas. Si la compañía no ha podido leer el contador, calcula tu consumo. Cuando más adelante se hace la lectura real, pueden surgir regularizaciones. Conviene revisarlas siempre.
Cobros indebidos más habituales
NoMuchas personas consumidoras se sorprenden al revisar su factura eléctrica y comprobar que aparecen conceptos que no deberían estar ahí o que no entienden bien. Entre los más comunes, destacamos:
- Servicios no solicitados: seguros, mantenimientos o revisiones que la comercializadora incluye sin que los hayas contratado expresamente.
- Errores de facturación: lecturas estimadas que no se corresponden con tu consumo real, duplicidades en conceptos o aplicación incorrecta de tarifas.
- Penalizaciones injustificadas: por ejemplo, por cambiar de compañía antes de tiempo, cuando en realidad los contratos de suministro eléctrico en el mercado libre deben respetar siempre tu derecho a desistir.
- Incrementos de potencia contratada sin autorización expresa: a veces aparece reflejado que tienes más potencia de la que pediste, lo que encarece la parte fija de la factura.
Ante cualquiera de estos casos, es importante revisar periódicamente tu factura y no darla por buena. Muchas veces son pequeños importes que pasan desapercibidos, pero que sumados mes a mes representan un gasto innecesario.
Tus derechos como persona consumidora
Cuando hablamos de electricidad, la ley reconoce varios derechos básicos que conviene tener claros:
Protección en situaciones de vulnerabilidad: existen medidas como el bono social y protocolos que evitan cortes en determinados casos.
- Información clara y transparente: la factura debe ser comprensible y con todos los conceptos bien explicados.
- Reclamar ante errores: puedes reclamar a tu comercializadora y, si no responden, acudir a Kontsumobide o a asociaciones como EKA/ACUV.
- Cambiar de compañía libremente: tienes derecho a elegir comercializadora y a recibir información veraz antes de contratar.
¿Y si tienes dificultades para pagar?
Puede ocurrir que, en determinados momentos, la situación económica de una familia se complique y pagar la factura de la luz se convierta en un problema. En esos casos, no estás solo/a: existen medidas pensadas para aliviar la carga y evitar que un impago ocasione un corte inmediato de suministro.
Por un lado, está el Bono Social eléctrico, un descuento en la factura dirigido a personas y hogares considerados vulnerables, que puede suponer un importante alivio mensual. Por otro lado, en Euskadi contamos además con el suministro mínimo vital, una herramienta que garantiza que, incluso en situaciones complicadas, no se produzcan cortes de electricidad en el hogar. Son mecanismos de protección que buscan asegurar un derecho básico: el acceso a la energía.
Cómo reclamar paso a paso
- Revisa tu factura con detalle. Comprueba lecturas, conceptos y comparativas con meses anteriores. Guarda toda la documentación que pueda servirte de prueba.
- Contacta primero con tu comercializadora. Hazlo por escrito (correo electrónico, área de cliente o carta) y solicita explicaciones o la corrección del error.
- Si no obtienes respuesta o no se soluciona el problema, acude a las Oficinas Municipales de Información al Consumidor (OMIC) o a las autoridades de consumo autonómicas. Allí podrás registrar tu reclamación y recibir apoyo.
- Como último recurso, reclama judicialmente. No es lo más rápido, pero en ocasiones es la única vía para que se respeten tus derechos y recuperes lo que te corresponde.
Nuestra labor
En EKA/ACUV ayudamos a las personas consumidoras a revisar sus facturas, detectar cobros indebidos y reclamar lo que corresponde. Cada caso cuenta: desde errores en una regularización hasta cláusulas abusivas en los contratos.
Si sospechas que en tu factura de la luz hay algo que no encaja o simplemente quieres que la revisemos, ponte en contacto con nuestro equipo. Estamos aquí para que se respeten tus derechos y para que ninguna compañía eléctrica pueda imponerse por falta de información.