Trump, aranceles y tu bolsillo: ¿Cómo afectarán estas medidas a las personas consumidoras?

Abr 9, 2025 | Blog

La noticia ha sacudido los mercados y amenaza con provocar un efecto en cadena: el presidente estadounidense Donald Trump ha anunciado un paquete de nuevos aranceles a las importaciones, con subidas que alcanzan el 125 % en productos chinos y un 10 % general para el resto de países que no hayan tomado represalias. El anuncio ya ha tenido consecuencias inmediatas: fuerte volatilidad bursátil, tensiones diplomáticas y una “pausa” estratégica en la aplicación de parte de los aranceles, en lo que algunos analistas califican como un intento de calmar los mercados tras la escalada inicial.

Pero, más allá de titulares y cifras macroeconómicas, nos debemos hacer ciertas preguntas: ¿Cómo nos afecta esto como personas consumidoras? ¿Se notará en el precio de aquello que compramos?

¿Qué ha anunciado exactamente Donald Trump?

El pasado 2 de abril, Trump anunció un plan de reinstauración y ampliación de aranceles si gana las elecciones de noviembre. Estas tarifas afectarían:

  • Con un arancel general del 10 % a todas las importaciones.
  • Con un arancel del 125 % a los productos procedentes de China, tras el último ajuste anunciado el 9 de abril.
  • Con medidas adicionales específicas para productos tecnológicos y estratégicos.

No obstante, el pasado 9 de abril el propio Trump anunció una «pausa» de 90 días en la aplicación de los aranceles a la mayoría de países —excepto China—, argumentando que «la gente estaba empezando a ponerse nerviosa». Durante este periodo, Estados Unidos negociará acuerdos comerciales bilaterales con más de 75 países que han solicitado diálogo directo.

Aunque todavía no se han aplicado, el simple anuncio ha generado ya una reacción en cadena en los mercados y ha hecho que empresas y gobiernos empiecen a moverse con mucha cautela.

Y es que, la respuesta de los mercados, ha sido inmediata: caídas en las bolsas internacionales, especialmente en sectores tecnológicos y logísticos, y tensiones con países como China, que ya ha amenazado con represalias comerciales.

¿Por qué una decisión en EE. UU. puede afectar a lo que pagas aquí?

Cuando hablamos de economía global, todo está conectado. Una decisión como la subida de aranceles por parte de EE. UU. no se queda dentro de sus fronteras: afecta al comercio internacional, a la confianza de los mercados, a los flujos logísticos y a los costes de producción de muchas empresas… que operan también aquí.

Pongamos ejemplos para entenderlo mejor:

  • Si una empresa española importa componentes de China para fabricar pequeños electrodomésticos, y esos componentes se encarecen, el coste final subirá.
  • Si una cadena de supermercados importa alimentos o productos envasados de fuera de la UE, puede haber desabastecimiento o aumento de precios si se rompen esas relaciones comerciales.
  • Si la Bolsa se tambalea, muchas empresas reaccionan reduciendo producción, inversiones o personal. Y eso puede afectar a nuestros empleos, nuestras hipotecas o nuestros ahorros.

Por este motivo, aunque parezca que hablamos de “grandes cifras”, las consecuencias terminan llegando al consumidor final. De forma directa o indirecta.

¿Qué impacto puede tener esto en el consumo diario?

Los aranceles encarecen los productos importados, porque añaden un sobrecoste que muchas veces termina pagando el consumidor final. Si estos planes siguen adelante, los precios de productos como ropa, tecnología, electrodomésticos, juguetes, alimentos o combustibles podrían aumentar. Especialmente aquellos que dependen de producción en Asia o EE. UU.

Y no solo en importaciones: si hay tensiones comerciales o crisis de materias primas, puede haber también desabastecimientos, retrasos en entregas o menor oferta, lo que vuelve a presionar los precios al alza.

En el caso de los combustibles y los derivados del petróleo, las tensiones internacionales pueden impactar en el precio del crudo y en la estabilidad de las cadenas logísticas que lo transportan, lo que encarecería productos como la gasolina, el gasóleo o incluso el transporte de mercancías.

Aunque en estos momentos la mayoría de los países están exentos temporalmente gracias a la «pausa arancelaria», el caso de China —con un 125 % de arancel— sigue siendo especialmente preocupante por su papel clave en las cadenas de suministro globales.

¿Qué sectores se verán más afectados?

  • Tecnología y electrónica: Móviles, portátiles, consolas, componentes… muchas grandes marcas fabrican en China. Cualquier arancel repercutirá en el precio final o en la disponibilidad.
  • Alimentación y bebidas: Europa ya vivió restricciones en exportaciones de vino, queso o aceite de oliva en 2019. El riesgo se repite, afectando a productores y, en consecuencia, a personas consumidoras.
  • Moda y productos de consumo rápido: Las cadenas textiles con producción deslocalizada pueden ver incrementados sus costes y trasladarlos a tienda.

¿Qué podemos hacer como personas consumidoras?

Aunque estas decisiones se toman muy lejos, sus efectos se sienten cerca. Por ello, desde EKA/ACUV te recomendamos:

  • Informarte antes de comprar: revisa el origen de los productos. A veces elegir marcas locales o europeas puede evitar sobrecostes.
  • Planifica las compras más importantes: si tienes previsto comprar tecnología o productos de cierto valor, anticiparte puede ayudarte a evitar subidas.
  • Valora el consumo consciente: repensar lo que compras, reutilizar, reparar o compartir puede ser una forma inteligente de adaptarse a un contexto cambiante.
  • Reclama tus derechos: si suben precios sin justificación o hay problemas con pedidos, recuerda que tus derechos como persona consumidora siguen vigentes.

En resumen…

Los nuevos aranceles anunciados por Trump no son solo una cuestión geopolítica: pueden afectar directamente a tu bolsillo. Aumento de precios, productos más caros, tensiones que se trasladan al consumo… La incertidumbre está sobre la mesa, sí. Y aunque haya una «pausa» temporal para algunos países, el riesgo sigue latente y los efectos sobre la economía global ya se están notando.

Pero con información, planificación y conciencia, podemos adaptarnos mejor y proteger nuestros derechos.

En EKA/ACUV, mientras tanto, estaremos pendientes de cómo evoluciona este escenario para ayudarte a tomar decisiones informadas, responsables y ajustadas al contexto actual.

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